jueves, 9 de octubre de 2008

Capítulo 1


- Haz el favor de bajar el volumen de la música YA.

Salgo de la habitación de mi hermano dejando atrás un portazo. Sé de sobra que no me hará caso, no va a hacer de esta vez una excepción, pero necesito desahogarme... Si a la edad del pavo de un niño de quince años le añades drogas aparece algo parecido al monstruo de mi hermano Aaron, que no tiene suficiente con ser rebelde y pasar de absolutamente todo, sino que también parece que se ha propuesto hacer daño a los que le rodean y más le quieren... Pero se ha metido en esa mierda y no se da cuenta de que hacemos en vano hasta lo imposible por ayudarle.

Vuelvo a mi habitación, el único lugar de la casa que no parece sucio y viejo. Me esforcé mucho por decorarla, de hacer de ella un sitio agradable donde esconderme de todo lo que me rodea. Una especie de paraíso femenino, vestido de rosa, naranja y azul. Aparto el visillo de la cama y los cojines de colores y me tumbo, tapándome la cabeza con la almohada, intentando evitar que la letra satánica de las canciones que provienen de la habitación de al lado no entren en mis oídos. De repente el espantoso ruido para y escucho como se abre la puerta de su habitación. Me levanto rápidamente y me asomo.

- ¿Dónde vas?
- Olvídame.

Ya está fuera, dirección a saber donde.

- ¡Kendra!
- ¡Voy, mamá!

Atravieso el pasillo hasta la sala, donde está mi madre sentada en el sofá deshilachado por la gata, viendo en la pequeña tele uno de esos programas de cotilleos. Eso la mantiene entretenida, una pequeña desconexión de la infeliz vida que lleva, envuelta por la depresión desde que mi padre nos abandonó por una modelo pilingui que se lo llevó a él, la felicidad y el dinero. La rutina la invade cada día, solo se mueve de ahí para cocinarnos, ir al baño y cuando consigo animarla para dar una vuelta o incluso limpiar la casa, cualquier cosa para hacerle pasar un rato agradable conmigo.

- ¿Sabes dónde va tu hermano?
- Ni idea mam...

Me siento a su lado y le doy un beso en su fría mejilla. La actitud de mi hermano la empeora aún más. Nosotros dos éramos su único apoyo, pero ahora solo quedo yo, maldiciendo el momento en que Aarón se juntó con esa gentuza y en que probó esa porquería. A todas horas me ronda en la cabeza cómo es capaz de tratar así a su propia madre, que tanto le necesita, agradeciéndole con insultos su cariño e ignorando sus esfuerzos.

- ¿Hoy no trabajas, cariño?
- No mamá, hoy es domingo.
- Pues sal a dar una vuelta, aprovecha, que ya se va a acabar el buen tiempo.
- Estoy bien aquí contigo...

Ella sonríe, sabe que me muero de ganas por salir a la calle, pero que vivo por hacerle la vida algo más amena.

- Pero si a ti estás bobadas de la caja tonta no te gustan... Anda, vete, aunque sea a comprar una latita para la gata.

“Latita”, la palabra clave para Mika, nada más oírla despierta de su más profundo sueño y salta del sofá para convencerme con sus dulces maullidos y sus lindos ojos color miel.

- Valee, me habéis convencido...

Paso por mi habitación a coger la bandolera con el móvil, las llaves y algo de dinero y abandono mi acogedora residencia para invadir la ansiada libertad de las pobres calles de mi barrio. La tienda donde compra la mayoría de la gente del barrio es un local pequeño y desorganizado, pero los productos son baratos y las dos señoras mayores que la llevan muy agradables. Siempre me entretienen un buen rato, preguntan por mi madre y me cuentan los cotilleos más recientes. La verdad es que a mí no me interesan para nada, pero me río mucho con ellas, la gracia con que los cuentan me resulta de lo más divertido. Cuando consigo salir de allí decido seguir paseando otro rato, aún quedan horas hasta que el anochecer haga del barrio un lugar inseguro. Pero estas calles me las conozco a la perfección, las tengo tan vistas que decido rondar calles contiguas llenas de recuerdos, probablemente bastante más felices que los que me quedarán de las que recorro actualmente.

1 comentario:

Anónimo dijo...

me ha encantado el 1er capitulo, ya estoy deseosa por leer el 2do! que emocion! felicidades niñi! muy bien q escribes muakas!